Nombrar en Jaén el olivar que rodea todos sus pueblos y ciudades es recordar aquello de “Andaluces de Jaén, aceituneros altivos”.La Política Agrícola Comunitaria no ha restringido en este sector la producción pero los precios son bajos. Las cooperativas se enfrentan a un proceso de concentración o desaparecen. Como ocurrirá con las cajas de ahorro o con el sector del automóvil. Sólo la materia prima no es rentable para nuestros países desarrollados pese a que en el mercado mundial de las grasas el aceite de oliva es sólo el 3% y tendría un mercado si estuviera en esta tierra su envasado y su comercialización. Hay que apostar por eso.
Pero también gestionamos sus transiciones. Los programas Lider y Proder para el desarrollo rural y el Activa Jaén y el Diversifica para las mujeres que se forman en los usos alternativos promueven esa transición. Los usos cosméticos, los derivados de los residuos, los usos energéticos son las nuevas apuestas.
En Jaén cae un sol de justicia. Ya hay una gran empresa inmobiliaria apostando por una planta fotovoltaica y por el aprovechamiento de la biomasa que la poda del olivar deja.
Y en este último tramo Rajoy parece que se juega su última carta y arrincona a Mayor Oreja. Pero la crisis se ha generado por los excesos de los neoconservadores y ultraliberales. Obama les dio la vuelta y ahora este partido se juega en Europa.
Escribo casi a oscuras de vuelta a Madrid.
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